1, 2, 3...Swiss Meringue Buttercream! Receta

Hola a todas!! Estoy muy contenta porque mi tutorial de cupcakes recibió muchas visitas, así que subiré más capítulos pronto. La receta de hoy no es concretamente de cupcakes sino de un tipo de cobertura que se utiliza bastante a menudo: el swiss meringue buttercream. Es una buena alternativa para los que no os guste el buttercream, ya que es menos dulce y no tiene tanto sabor a mantequilla. Además, no necesita azúcar glass (bastante caro si lo compras en el súper) y engorda un poquitín menos. A mí lo que más me gusta es que es muy fácil de trabajar con la manga, ya que con el buttercream, si no está a la temperatura adecuada, a veces cuesta un poco decorar.
La receta se llama 1, 2, 3 porque lleva 100 gr de claras de huevo, 200 gr de azúcar y 300 gr de mantequilla. Es fácil acordarse,no?? Esta es la receta base, después podéis añadirle los sabores que queráis: nutella, coco, puré de fresas...

INGREDIENTES

100 gr de claras de huevo (yo uso las del mercadona, es más cómodo y seguro, ya que están pasteurizadas)
200 gr de azúcar blanco
300 gr de mantequilla a temperatura ambiente (muy importante que esté blandita!)
1 pizca de sal
1 cucharadita de esencia de vainilla


PREPARACIÓN

1. Pon las claras en una olla, échales la pizca de sal y bate con unas varillas durante 10 segundos.
2. Pon las claras al baño maría a fuego medio-bajo (si el fuego estuviera muy fuerte se cocerían, el agua no tiene que hervir) y añade el azúcar. Sigue removiendo con las varillas sin parar hasta que el azúcar se haya disuelto (si tocas la mezcla y no tiene una textura granulada).
3. Pasa la mezcla a un bol frío o mete la olla en agua fría. Con una batidora eléctrica con varillas, monta las claras hasta que se formen picos (queda una textura un poco como de pasta de dientes). Cuando estén a medio montar, añade la esencia de vainilla.
4. Una vez montadas las claras, añade la mantequilla cortada en daditos poco a poco, sin dejar de batir con las varillas. Al principio parecerá que se corta, pero luego veréis que queda una crema con una textura perfecta. Ahora también es el momento de poner el colorante y, si queréis, algún otro ingrediente como nutella. La mezcla antes de añadir la mantequilla no tiene que estar caliente, si no se derretiría.

Pues ya tenéis el Swiss Meringue Buttercream! Da un poco más de trabajo que el buttercream normal pero es perfecto como alternativa. Tiene una textura sedosa y un sabor a medio camino entre el merengue y el buttercream. Podéis guardarlo en la nevera para conservarlo. Os dejo un video para que veáis el paso a paso.