Hola a todas! Cómo os va el fin de semana?? A mí muy bien, planificando mi viaje a Vietnam!! Si alguna ha estado, por favor, darme consejos de a qué sitios ir, qué hacer, etc.
La receta de hoy, más que una receta es un tutorial. Por si no los conocéis, los hi hat cupcakes son cupcakes con frosting de merengue cubiertos de chocolate. Yo la verdad es que no sé dónde los vi, pero llevaba tiempo queriéndolos hacer, y el otro día me sobró Swiss Meringue Buttercream del Ruffle Cake y tuve la excusa perfecta. Parecen difíciles de hacer pero no lo son para nada. La combinación del chocolate con el merengue es sencillamente deliciosa. He aprendido a hacerlos con la maestra Bakerella. Para hacerlos sólo necesitáis:
1. Cupcakes del sabor que queráis, aunque pegan más los de chocolate. (yo utilicé los de mi nueva receta de chocolate preferida)
2. Merengue (en teoría se hacen con merengue tradicional, podéis ver la receta en Bakerella, pero yo usé el Swiss Meringue Buttercream y están buenísimos, creo que podéis utilizar cualquier frosting que no se vaya a deshacer con el contacto con el chocolate).
3. Cobertura de chocolate: Se hace con 300 gr de chocolate fondant sin azúcar, derretido al baño maría, al que se le añaden dos cucharadas de aceite de girasol y que se deja enfriar unos 10 minutos.
Ahora que ya lo tenéis, el proceso es muy fácil. Primero tenéis que poner el frosting con una boquilla redonda en los cupcakes, de la forma que veis en la foto. Los metéis a la nevera para que se endurezcan y mientras vais derritiendo el chocolate.
Ahora tenéis que verter el chocolate en un recipiente hondo y no muy ancho en el que podáis meter los cupcakes, por ejemplo un vaso.
Metéis el cupcake en el vaso, hasta llegar al papelito y lo sacáis. Tranquilas, el frosting no se os caerá al vaso!
Lo dejáis un momentito escurriendo de lado y ya podéis darle la vuelta completa. Si veis en la foto a mi cupcake le falta un trocito por cubrir. Lo volvéis a meter y no pasa nada :-)
Este es el cupcake recién cubierto. Queda brillantito y precioso. Ahora sólo tenéis que meterlo a la nevera para que se solidifique y ya está!! No llega a quedarse duro del todo, gracias al aceite el chocolate se deshace con el contacto con la boca.
La receta de hoy, más que una receta es un tutorial. Por si no los conocéis, los hi hat cupcakes son cupcakes con frosting de merengue cubiertos de chocolate. Yo la verdad es que no sé dónde los vi, pero llevaba tiempo queriéndolos hacer, y el otro día me sobró Swiss Meringue Buttercream del Ruffle Cake y tuve la excusa perfecta. Parecen difíciles de hacer pero no lo son para nada. La combinación del chocolate con el merengue es sencillamente deliciosa. He aprendido a hacerlos con la maestra Bakerella. Para hacerlos sólo necesitáis:
1. Cupcakes del sabor que queráis, aunque pegan más los de chocolate. (yo utilicé los de mi nueva receta de chocolate preferida)
2. Merengue (en teoría se hacen con merengue tradicional, podéis ver la receta en Bakerella, pero yo usé el Swiss Meringue Buttercream y están buenísimos, creo que podéis utilizar cualquier frosting que no se vaya a deshacer con el contacto con el chocolate).
3. Cobertura de chocolate: Se hace con 300 gr de chocolate fondant sin azúcar, derretido al baño maría, al que se le añaden dos cucharadas de aceite de girasol y que se deja enfriar unos 10 minutos.
Ahora que ya lo tenéis, el proceso es muy fácil. Primero tenéis que poner el frosting con una boquilla redonda en los cupcakes, de la forma que veis en la foto. Los metéis a la nevera para que se endurezcan y mientras vais derritiendo el chocolate.
Ahora tenéis que verter el chocolate en un recipiente hondo y no muy ancho en el que podáis meter los cupcakes, por ejemplo un vaso.
Metéis el cupcake en el vaso, hasta llegar al papelito y lo sacáis. Tranquilas, el frosting no se os caerá al vaso!
Lo dejáis un momentito escurriendo de lado y ya podéis darle la vuelta completa. Si veis en la foto a mi cupcake le falta un trocito por cubrir. Lo volvéis a meter y no pasa nada :-)
Este es el cupcake recién cubierto. Queda brillantito y precioso. Ahora sólo tenéis que meterlo a la nevera para que se solidifique y ya está!! No llega a quedarse duro del todo, gracias al aceite el chocolate se deshace con el contacto con la boca.